INTRODUCCIÓN
Se estima que hasta el 84 % de los adultos tienen dolor lumbar en algún momento de su vida. La gran mayoría de los pacientes que acuden a atención primaria (> 85 %) tendrán dolor lumbar inespecífico, lo que significa que el paciente tiene dolor de espalda en ausencia de una afección subyacente específica que pueda identificarse de manera confiable. Para la mayoría de estas personas, los episodios de dolor de espalda son autolimitados. Los pacientes que continúan teniendo dolor de espalda más allá del período agudo (4 semanas) tienen dolor de espalda subagudo (que dura entre 4 y 12 semanas), y algunos pueden desarrollar dolor de espalda crónico (que dura> 12 semanas).
Se analizará en otra sección el tratamiento inicial de la lumbalgia aguda inespecífica, así como también el tratamiento del dolor lumbar agudo por afecciones específicas se analizará en publicaciones futuras.
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PERSPECTIVA GENERAL DEL MANEJO
El OBJETIVO del cuidado de los pacientes con dolor lumbar agudo es el alivio sintomático a corto plazo, ya que la mayoría mejorará en cuatro semanas.
Por lo general se recomienda, tomando en cuenta la intensidad de la presentación inicial del síntoma, un tratamiento no farmacológico con calor superficial. Otras opciones han sido evaluadas a nivel mundial para este tipo de manejo como el masaje, la acupuntura y la manipulación espinal se han considerado como opciones razonables pero dependen de la preferencia del paciente por su costo y accesibilidad. Es importante señalar que no hay datos que demuestren la superioridad de una opción sobre otra.
Para los pacientes que prefieren la farmacoterapia, nuevamente se tomará en cuenta la intensidad de presentación del o los síntomas, o en quienes los enfoques no farmacológicos son inadecuados por cualquier circunstancia, sugerimos un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) con o sin un relajante del músculo esquelético en lugar de paracetamol para la terapia farmacológica inicial. Se prefieren relajantes músculo esqueléticos no benzodiacepínicos por evitar el efecto de somnolencia y la disminución de la capacidad para operar maquinaria o conducir. El paracetamol por tener una eficacia limitada en estos casos no se usará como primera línea en el manejo de esta enfermedad.
No recomendamos el reposo en cama para pacientes con dolor lumbar agudo. Los pacientes tratados con reposo en cama tienen más dolor y una recuperación más lenta que los pacientes ambulatorios. La modificación de la actividad generalmente debe ser mínima, con pacientes que regresen a las actividades de la vida diaria y al trabajo lo antes posible. Si la actividad es dolorosa o aumenta el dolor, recomendamos a los pacientes que hagan todo lo que puedan y aumenten gradualmente la actividad según lo toleren. Destacamos la importancia de evitar períodos prolongados de inactividad. Sin embargo, no remitimos rutinariamente a los pacientes con dolor lumbar agudo para hacer ejercicio o fisioterapia, y en cambio reservamos esos servicios para pacientes que no mejoran con el tratamiento inicial o con factores de riesgo para desarrollar dolor lumbar crónico (p. Ej., Mal estado funcional o de salud, comorbilidades psiquiátricas).
Las recomendaciones de regreso al trabajo deben ser individualizadas. Por ejemplo, un empleado de oficina que tiene control sobre el ritmo de trabajo, el posicionamiento mientras trabaja y/o las horas de trabajo puede volver a trabajar rápidamente. Sin embargo, aquellos con trabajos físicamente exigentes pueden no poder volver a trabajar de inmediato si no hay opciones de trabajo liviano disponibles.
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Acompáñanos a revisar las opciones terapéuticas con su evidencia científica de respaldo en los siguientes publicaciones.
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